III
DIEZ HABITACIONES
LOTTE
LA VIEJA
PAUL, EL MARIDO DE LOTTE
DIEZ HABITACIONES
LOTTE
LA VIEJA
PAUL, EL MARIDO DE LOTTE
14
Lotte está de pie junto a la ventana abierta. La puerta se entreabre. Alguien espía.
LOTTE: En un cuarto piso sobre una gasolinera Esso,
una mujer en bata sale de su pequeño apartamento.
Es mediodía.
Un hombre la conduce con precaución hasta la barandilla del balcón.
Ella, con el cuello tenso se inclina hacia delante para ver la profundidad del agujero sobre el que vive.
Ahora ya lo has visto, le dice el hombre.
Sí.
Aquí hay unos once metros.
Sí.
Dan la vuelta y regresan al piso. Abajo, en el lavado de coches, se oye la música del tocacintas.
Melodías plenas de arrogancia y también plenas de orgullos pisoteados.
El cielo tiene un color vivo y claro.
El cielo de hoy ya es un cielo de verano.
Se abre la puerta. Se ve la mujer vieja.
VIEJA: Alguien se fue.
LOTTE: ¿Quién?
VIEJA: No sé.
Sólo quería ver si... Escucha.
LOTTE: ¿Sí..?
VIEJA: ¡Pssst!
Quería ver qué habitación se había vaciado.
Falta un ruido conocido en la casa.
Su marido es el viejo de arriba, ¿verdad?
LOTTE: Hmm.
VIEJA: Se retira tras la puerta entreabierta. Una muchacha
como usted...
La puerta cerrada, excepto una rendija.
LOTTE: ¿Tiene algo en contra de los hombres mayores que
tienen mujeres jóvenes?
VIEJA: Él miente.
LOTTE: Sí, eso es verdad.
VIEJA: Desde la rendija. ¿Rosa...? ¿Rosa...?
LOTTE: ¿Qué pasa?
VIEJA: Siempre podrá encontrar a un tipo mejor que al viejo
de arriba.
LOTTE: No cuchichee, señora...
Entre. Aquí hay buena luz. El televisor funciona.
La habitación está recién ventilada. Las paredes aguantan...
Ya sabía yo que no tardaría en mentir y que continuaría mintiendo, y que tendría que creerle, seguir creyéndole.
Paul el marido de Lotte entra súbitamente en la habitación. Lotte, sentada contra la pared, gira la cabeza de un lado a otro.
LOTTE: No... No...
PAUL: Lárgate, Lotte.
LOTTE: No quiero.
PAUL: Te digo que te levantes. Deja de arrastrarte por el
suelo.
LOTTE: Enderezando la espalda contra la pared. Sí. Siempre
tengo que estar de pie.
PAUL: ¡Te largas!
¿Qué te crees? Mudándote aquí y yo arriba con el trabajo paralizado. No puedo, no logro seguir adelante.
LOTTE: Quiero ayudarte.
PAUL: ¡Ni una palabra!
LOTTE: ¡Yo...!
PAUL: ¡Ni una palabra!
Pausa.
LOTTE: Tengo que decirlo...
PAUL: ¡Cállate!
LOTTE: Casi gritando. ¿No quieres que te vuelva a recortar
los periódicos?
PAUL: ¡Tú te vas!
Recortando periódicos. ¡Sí! Para que suceda una
desgracia. ¡Mal agüero!
Me vas a volver a traer tus recortes y me dirás con ese lenguaje que usas: “¿de esto no podría salir algo para una pequeña historia?”. ¿Verdad? Todavía lo oigo enfermera. Tus palabras son veneno para mis oídos.
¿Te crees que un escritor es alguien que trabaja con órdenes? Como los artistas de feria que memorizan números. Si alguien me dice “la caída del teleférico”, zas, enseguida escribo un esquemita conmovedor. Si alguien dice “baja el poder adquisitivo”, ¡zas!, ¡zas!, ¡zas!¡No hay quien se ubique en los años setenta!
LOTTE: Eres una persona muy débil, mucho más débil de lo que
crees...
Lotte está de pie junto a la ventana abierta. La puerta se entreabre. Alguien espía.
LOTTE: En un cuarto piso sobre una gasolinera Esso,
una mujer en bata sale de su pequeño apartamento.
Es mediodía.
Un hombre la conduce con precaución hasta la barandilla del balcón.
Ella, con el cuello tenso se inclina hacia delante para ver la profundidad del agujero sobre el que vive.
Ahora ya lo has visto, le dice el hombre.
Sí.
Aquí hay unos once metros.
Sí.
Dan la vuelta y regresan al piso. Abajo, en el lavado de coches, se oye la música del tocacintas.
Melodías plenas de arrogancia y también plenas de orgullos pisoteados.
El cielo tiene un color vivo y claro.
El cielo de hoy ya es un cielo de verano.
Se abre la puerta. Se ve la mujer vieja.
VIEJA: Alguien se fue.
LOTTE: ¿Quién?
VIEJA: No sé.
Sólo quería ver si... Escucha.
LOTTE: ¿Sí..?
VIEJA: ¡Pssst!
Quería ver qué habitación se había vaciado.
Falta un ruido conocido en la casa.
Su marido es el viejo de arriba, ¿verdad?
LOTTE: Hmm.
VIEJA: Se retira tras la puerta entreabierta. Una muchacha
como usted...
La puerta cerrada, excepto una rendija.
LOTTE: ¿Tiene algo en contra de los hombres mayores que
tienen mujeres jóvenes?
VIEJA: Él miente.
LOTTE: Sí, eso es verdad.
VIEJA: Desde la rendija. ¿Rosa...? ¿Rosa...?
LOTTE: ¿Qué pasa?
VIEJA: Siempre podrá encontrar a un tipo mejor que al viejo
de arriba.
LOTTE: No cuchichee, señora...
Entre. Aquí hay buena luz. El televisor funciona.
La habitación está recién ventilada. Las paredes aguantan...
Ya sabía yo que no tardaría en mentir y que continuaría mintiendo, y que tendría que creerle, seguir creyéndole.
Paul el marido de Lotte entra súbitamente en la habitación. Lotte, sentada contra la pared, gira la cabeza de un lado a otro.
LOTTE: No... No...
PAUL: Lárgate, Lotte.
LOTTE: No quiero.
PAUL: Te digo que te levantes. Deja de arrastrarte por el
suelo.
LOTTE: Enderezando la espalda contra la pared. Sí. Siempre
tengo que estar de pie.
PAUL: ¡Te largas!
¿Qué te crees? Mudándote aquí y yo arriba con el trabajo paralizado. No puedo, no logro seguir adelante.
LOTTE: Quiero ayudarte.
PAUL: ¡Ni una palabra!
LOTTE: ¡Yo...!
PAUL: ¡Ni una palabra!
Pausa.
LOTTE: Tengo que decirlo...
PAUL: ¡Cállate!
LOTTE: Casi gritando. ¿No quieres que te vuelva a recortar
los periódicos?
PAUL: ¡Tú te vas!
Recortando periódicos. ¡Sí! Para que suceda una
desgracia. ¡Mal agüero!
Me vas a volver a traer tus recortes y me dirás con ese lenguaje que usas: “¿de esto no podría salir algo para una pequeña historia?”. ¿Verdad? Todavía lo oigo enfermera. Tus palabras son veneno para mis oídos.
¿Te crees que un escritor es alguien que trabaja con órdenes? Como los artistas de feria que memorizan números. Si alguien me dice “la caída del teleférico”, zas, enseguida escribo un esquemita conmovedor. Si alguien dice “baja el poder adquisitivo”, ¡zas!, ¡zas!, ¡zas!¡No hay quien se ubique en los años setenta!
LOTTE: Eres una persona muy débil, mucho más débil de lo que
crees...
Dirección:
Gunnary Prado C.
Actores:
Yoriko Vinuet.... Lotte
Ángel Hernández.... Paul
Amparo................... La Vieja.
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