Todavía un asunto tabú en China
Las protestas de la Plaza de Tian'anmen son todavía un tabú político en China, y hablar de ello se considera inapropiado o arriesgado. La única opinión de los medios de comunicación se realiza desde el punto de vista del Partido Comunista: que fue una acción apropiada para asegurar la estabilidad. Cada año hay manifestaciones en Hong Kong contra la decisión del partido en 1989. La plaza de Tian'anmen se patrulla frecuentemente cada 4 de junio para impedir cualquier tipo de conmemoración.
Tras el cambio en el gobierno central de 2004, muchos miembros del Gobierno han mencionado los sucesos de Tian'anmen. En octubre de 2004, durante la visita del presidente Hu Jintao a Francia, reiteró que "el Gobierno emprendió una acción determinada para calmar la tormenta política en 1989, que permitió a China disfrutar un desarrollo estable". También insistió en que el punto de vista del Gobierno respecto al incidente no cambiaría.
En marzo de 2004, el Primer Ministro Wen Jiabao dijo en una conferencia de prensa que durante la década de 1990 se produjo una grave tormenta política en la República Popular China, a causa de la caída de la Unión Soviética y los cambios radicales en Europa del Este. Declaró que el Comité Central del Partido Comunista estableció con éxito una política de puertas abiertas y protegió el "transcurso del socialismo con características chinas".
En enero de 2006, un trato con Google confirmó que el asunto es todavía muy sensible para el gobierno chino, pues la web china de Google (Google.cn), aplica restricciones locales a las búsquedas de información sobre la masacre de Tian'anmen, así como con otros asuntos como el independentismo tibetano, la prohibición del grupo religioso Falun Gong, considerado una secta por el gobierno chino, o las relaciones con Taiwán.
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